miércoles, 6 de mayo de 2015

Segunda Guerra Mundial

        El consentimiento británico para el uso del arma había sido dado el 4 de julio, antes de que tuviera lugar la prueba. La decisión estaba en el Presidente Truman, que era quien tenía el arma; pero yo nunca dudé de lo que sucedería (...). Permanece el hecho histórico (...) de que la decisión de usar o no usar la bomba atómica para forzar la rendición del Japón no fue nunca una cuestión. Hubo alrededor de nuestra mesa un acuerdo unánime, automático u fuera de duda; ni tampoco oí nunca la menor sugerencia de que deberíamos proceder de otro modo". 
                                              Winston Churchill. 

miércoles, 4 de marzo de 2015



Una campesina y su hijo volvían de segar unos campos. Era un día de mucho calor. De pronto, la mujer vio en el suelo una herradura y le dijo al niño:

- Pedro, coge esa herradura y guárdala.
A Pedro no le apetecía agacharse y contestó:
- Madre, ese pedazo de hierro no vale nada. Dejésmolo.
Y siguió andando.
La madre se agachó sin decir ni media palabra, recogió la herradura y se la guardó en el bolsillo.

Al cabo de un rato, los caminantes se cruzaron en el camino con un herrero. Se detuvieron a hablar con él y la campesina le contó que había encontrado una herradura. El hombre propuso comprarla, la pagó y se alejó.

Poco después, la campesina y su hijo se encontraron con una vendedora de frutas. La mujer llevaba un gran cesto de cerezas que pensaba vender en el pueblo más próximo. La campesina sacó el dinero que le habían dado por la herradura y le compró una bolsa de cerezas.

La madre y el hijo siguieron caminando. El calor apretaba y en el camino no había ni una fuente ni un manantial donde poder calmar la sed.     

DIAS DE TEMPESTAD


CALEIDOSCOPIO


Motril. Fotografias

miércoles, 11 de febrero de 2015

RETRATO



Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomin he sido
-ya conocéis mi torpe aliño indumentario-,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y ame cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy,  en el buen sentido de la palabra, bueno.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famos por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yaago.

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Antonio Machado  

Playa Granada, temporal


temporal en la playa de Torrenueva


Motril. Fotografias



miércoles, 28 de enero de 2015

"Dispositivos, soportes y programas"




Para hacer las fotos necesitaremos una cámara digital de fotos (o de vídeo) o un teléfono móvil. Estos dispositivos convertirán nuestras fotos en archivos de imagen que podremos guardar en el ordenador o en otros soportes y dispositivos. Las fotos, una vez hechas, se guardan en la cámara o en el teléfono, pero la mayoría de las veces se almacenan en las tarjetas de memoria, son pequeños soportes de memoria que pueden almacenar miles de fotografías. Cuando la memoria de la cámara, del teléfono o de la tarjeta está llena, tenemos que descargar las fotos en nuestro ordenador, para guardarlas y organizarlas allí. Para pasar las fotos al ordenador necesitaremos un cable o conexión que permita comunicar los dos dispositivos. Normalmente las cámaras y los teléfonos llevan un cable USB que permite conectarlos al ordenador, de esta forma podemos pasar las fotos de un lugar a otro.

Imagen invertida